Por eso empiezo diciéndoles que estoy con ellos para
hacer algo muy distinto.
Que les voy a hablar de un mundo mágico.
Tan mágico que existen tantos mundos como personas existimos en este mundo.
Tanto que se puede mezclar con otros, para crear un mundo mejor.
Tanto que entendiendo el nuestro, podemos entender el de los demás como propio.
Un mundo sobre el que a mí me encanta escribir,para expresar algo muy importante que todos llevamos dentro y que a ellos les animo también a hacerlo.
Que les voy a hablar de un mundo mágico.
Tan mágico que existen tantos mundos como personas existimos en este mundo.
Tanto que se puede mezclar con otros, para crear un mundo mejor.
Tanto que entendiendo el nuestro, podemos entender el de los demás como propio.
Un mundo sobre el que a mí me encanta escribir,para expresar algo muy importante que todos llevamos dentro y que a ellos les animo también a hacerlo.
Rápido surgen las manos arriba, con respuestas muy simpáticas y otras
que casi lo logran adivinar a qué me refiero.
Se trata del mundo de las emociones y los sentimientos. Les
hablo de ambos. De dónde nacen, de las formas en que podemos expresarlos, de cómo reconocerlos, aunque luego en la
realidad vayan tan mezclados que no nos paramos a diferenciarlos y también de dos palabras mágicas, la
EMPATÍA, esa capacidad tan humana que nos hace sentir lo que siente el otro y el ALTRUÍSMO, la fuerza que nos impulsa.sin pensarlo, a ayudar a quien pueda necesitarlo.Después les pongo una imagen, con música emotiva y les cuento una historia, la de Pancho,
un perrito perdido, a través de la cual puedan identificar e interpretar el mundo de emociones que se esconde dentro.
Realmente precioso y lleno de ternura todo lo que se puede oír. ¡Son tan bonitos...!!!
Luego y como se sugería en la historia al final, empezamos a escribir una carta en la que contar la aventura de PANCHO y expresar, con palabras y dibujos, todas las emociones que nos ha hecho brotar.
Preciosas cartas que quedan recogidas en este vídeo.
Finalmente, nos hacemos una foto preciosa, uniendo las manos, para mezclar emociones y sentimientos.
Y ya sólo me queda despedirme, dando las gracias a todos, niños y profe, por lo bien acogida que me siento con vosotros a diario, por implicaros tanto en el taller y por compartir tantas cosas buenas y enriquecedoras para mi.
.*!!!...Os quiero un montón, porque sois estupendos...!!!*.
Un beso.
Un beso.
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